Tuve sorpresas que no esperaba, como el primer mensaje, de mi futuro compañero de viajes, que me deseaba; una llamada de alguna persona madura, que me hizo reír y pensar en cuánto puedo regodearme de su situación, por cobarde, por estúpido; unas llamadas de un tal Desconocido que no alcancé a responder en ninguna ocasión ¿eras tú? me sigo preguntando; y una cita.
Fue un error, o no, no lo sé aún, sólo vi que sus ojos eran más azules que nunca, que sus manos más suaves que siempre, su sonrisa más blanca, su cuerpo más lánguido pero infinitamente tentador y sutil. Me hablaba mezclando el francés, el español, el idioma silente de sus gestos, de su mirada, y no podía parar de intentar recordar a qué sabían sus labios cuando seguían siendo cálidos y dulces, cuando me arropaban a diario...TODO ES MENTIRA, es lo único que me pude repetir, aunque no conscientemente, era una repetición aprendida, implantada y separada de mis sentimientos, pero la correcta.
Necesito reencontrarme y varios cuerpos para diseccionar.
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