Iba a escribir otra cosa que ya tenía pensada en la biblioteca mientras estudiaba, pero es que nadie me dijo que hoy sería la primera vez que me caería de la bicicleta, en el centro histórico de la ciudad, lleno de guiris y de gente de los negocios, todos mirando y todo por culpa de una mirada.
Miradas peligrosas, no matan pero me han dejado medio lesionada, si ya tenía la rodilla jodida me ha ayudado, gracias desconocido, ya te podrías haber bajado de tu puta bici a ayudarme.
En fin, ha sido algo aparatosa, iba por la calle, he tropezado con una acera que no es acera (una hormiga cabezona como dicen), y me ha parado la fachada de un bar, la bici ha llegado después y se me ha caído encima.
Si puedo haré una foto de mis magulladuras.
Lo menos erótico de este blog, aunque un hombre me ha mirado con cara lasciva la rodilla sangrante, el vestido lleno de tierra y la cara y las manos sudadas y llenas de polvo, en fin, hay gente para todo.
A mí me duele y me escuece a morir.
domingo, 14 de junio de 2009
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