Va reptando y al llegar al borde del abismo se levanta y te saluda con la mano justo antes de saltar. Imprevisible a veces, irremediablemente suya siempre.
Silencio.
Va reptando por las palabras, por mis palabras, por las de todos, y va recaudando impuestos al corazón.
Silencio.
Llora, sus ojos azules, sus ojos de hielo abrasador, de fuego helado te penetran de forma que llegar al orgasmo sería lo más posible, sabe mirar como quien dice, haciéndote el amor.
Silencio.
No habla y así no peca, subir al cielo está demasiado cuesta arriba, mientras sacude sus alas de ángel se tira empicado al fondo del infierno y el mismo Satán la invita a cenar.
Silencio.
Las rosas que desperdician sus amantes sobre la cama son para ella los besos que tanto añora. Silencio.
Y ahora te sello los labios tarde, porque no me dejaste hacerlo antes pero me parecía tan bello que hablases, aunque fuese mal, que no quería volver a hacerte entrar en el...
Silencio.
:) Recuerdos...
ResponderEliminarSí, la encontré el otro día, y lo guardé, hoy que tenía tiempo libre...(bueno tú sabes)...la he puesto porque tengo en mi cabeza escribir el del presente, pero para eso tenía que mirar atrás, para ver cuánto has cambiado.
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