Sus ojos se entrecierran cuando me acerco a su entrepierna.
Se moja los labios, sonríe.
Acomoda el cuello, me acaricia el pelo.
Sonríe.
Se deja llevar por mis labios, por mi cadera, por cada centímetro de mi piel y lo que ésta decida.
Me asfixia, me libera, me besa, me deja, vuelve, se va.
Abre los ojos, me ve, sonrío, ráfagas de madurez, felicidad.
Me gustan tus ojos raros, tu sexo, el nuestro, tus tonterías, las mías, cuando te enfadas, cuando te enervo, cuando me despides, cuando te recibo.
Pero ante todo me gusta tu persona y espero no perderla.
Nos vemos, pronto, sin agobios, sin obligaciones, sólo tú y yo.
Tal y como somos, diferentes, inexplicables, irrepetibles, merece la pena probar, esperar, simplemente dejarse hacer y llevar.
Y ya se verá si hay algo que ver.
Ese algo a plazos.
Gracias.
Espero volverte a ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario