Hay gente que no te conoce, que se va a casa, que sigue con su vida y no lo sabe, gente que te cambia un poco la vida. Gente que te empuja, hacia lo bueno que hay en respirar una vez más.
Esos peones que deambulan, con los que te atreves a preguntar qué están leyendo de vuelta a casa y acaban llegándote dentro, tocando con sus palabras un punto de luz que tienes en algún sitio olvidado, y centellea, de pronto, sigues tu camino a casa pero ya no eres la misma persona que se montó en el metro, quizá has encontrado sin saberlo un motivo más.
Esos peones que deambulan, con los que te atreves a preguntar qué están leyendo de vuelta a casa y acaban llegándote dentro, tocando con sus palabras un punto de luz que tienes en algún sitio olvidado, y centellea, de pronto, sigues tu camino a casa pero ya no eres la misma persona que se montó en el metro, quizá has encontrado sin saberlo un motivo más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario