No puedo dejar de imaginarme poniéndote contra esa pared otra vez.
Y en mitad de una noche te sobresaltas, abres los ojos y no reconoces nada. Palpitaciones. Respiración eupneica ajena. Desnudez. Palpitaciones, pavor, inseguridad. ¿Dónde estoy? ¿Quién eres tú? Pienso. Lo que ves se parece a un sueño, pero estás despierta. Lo has olvidado todo o al quitar el polvo todo ha cambiado demasiado, tanto que no lo reconoces, sea como sea la opresión cordial no es un signo de seguridad y deseas salir, alejarte del lugar, de un hogar que no reconoces, quizá nunca ha sido el tuyo, simplemente lo parecía.
Entras en cualquier bar intentando buscar un recuerdo que te sosiegue, no hay nadie, no está, pero una persona no deja de mirarte, de seguirte, de buscarte, pero ya sabes, no es hora de meterse en líos, recuerda que estás perdida, sal de aquí antes de volver a confundirte.
Ya está, eso es, recuerdas algo, 800km. Sabes que ahí hay algo, recuerdas.
Quiero salir a buscarte porque no me da miedo encontrarte.
(NdT: quiero salir a buscarte y aunque no me da miedo encontrarte, no puedo o no sé hacerlo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario